
Y lo que realmente no saben esas otras personas que se ven siempre con cara seria, de pocos amigos y concentrados continuamente en no cambiar la mueca de su cara para no dar una imagen distinta, es que las úlceras salen de ahi, de no sonreír, de continuamente vigilar que hacen los demás y de pretender ser siempre el más adulto. Porque al final, todos acabaremos igual, valorando nuestra vida al final de los días, yo con esa eterna sonrisa infantil que me caracteriza y regalando cariño y cercanía a todo aquel que se me acerque o bien sentándote a esperar que te den el cariño que jamás has querido dar, por no parecer vulnerable ni que necesitas de nadie.

A mi edad tengo claro que hay quien cree que mi actitud no es normal. Más me río yo. La ironía es mi fuerte.
Reflexiona y si aun estás a tiempo…cambia y se feliz…la vida te va a proporcionar muchísimo más que lo que ahora recibes con esa cara agria que te plantas cada mañana!!