
Deberías tener la sensatez de tener claro que lo que ves, es lo que es. Y no hay mejor terapia que la de verse cada mañana frente al espejo y decirse a uno mismo que lo maravilloso de la vida es estar ahí, feliz, sano, y que va a ser un gran día.
Ciertas terapias de autoayuda, te indican que apliques esta técnica cada mañana. Y ayudan. Yo las empleo poco, tal vez casi nada. Debería ser constante y cada mañana que me veo reflejada, utilizarla.
Tal vez así, la siguiente palabra, sería una bonita palabra y no un grito, el de cada mañana, el de las prisas, el de las malas caras.
Así no me ayudo nada y así no fomento nada bueno.
Vamos a intentar mirarnos medio minuto cada mañana. Y la ira, dejarla aparcada. Y cambiar la actitud. Y sonreír al espejo, que como bien he leído por ahí, siempre te devolverá lo que tu entregues.
¿Es el espejo, el reflejo del alma? Tal vez si. Es la ironía de la vida. Si le entregas una sonrisa, te devuelve la misma. Si le entregas una lágrima. Te devolverá más lágrimas, porque arrancaras a llorar con más ganas.
Lo que tú no das, no esperes recibir.
De nuevo, otro propósito más que debería aplicarme y no me aplico.
De nuevo, otro propósito más que debería aplicarme y no me aplico.